Vuelos, descensos y caídas del taller literario de la Asociación Cultural Rumbo

19 de noviembre de 2011

AUTOBIOLOGÍA, por Claudia Maglio


Los zapatitos me aprietan porque mis juanetes y el espolón están cada día peor.

Mi colesterol y la diabetes  se cotizan bien en la bolsa, pues están en alza al igual que mi maldita presión.

De la cintura y caderas, mejor no hablemos. Se empeoran, empecinadamente, cada día más. Ya casi no camino y menos pensar en agachar.

Nací bella, sana, mas ahora qué me pasó? La vida, diría mi madre.
Los años, el cuadrúpedo de mi marido.

Es verdad, los años no me han pasado en vano.

Me cuesta levantarme cada mañana.

Si me río o toso, me meo, el prolapso ya ha hecho su aparición.

Me olvido de las cosas, más las disimulo diciendo que son tan sólo distracción.

Las várices, azules han dejado mis piernas y hasta                                                                                                       el ano me han invadido pues unas hermosas hemorroides me han aparecido.

El asma se recrudece y uso tanto salbutamol que arruino cada vez más el corazón.

Por las noches jadeo que soy la envidia del barrio,
pues creen que en todas ellas a mi marido agarro.

Los calores cada día más me invaden, la menopausia produce estragos.
Bochornos, diría mi abuela. Viejazo, los imberbes de mis hijos y ostentación, según mi marido.

Mis ciento ochenta kilos son tan solo por falta de ejercicio
que no puedo hacer por todo lo antes dicho,
pero estoy pensando en hacer un régimen extremo, agua, lechuga, diuréticos y laxantes. Liviana seguro me sentiré, adelgazar, no sé.

Mas todo va bien, salvo que llevo meses esperando que PAMI apruebe mi medicación,
 estos bestias me la darán cuando ya me hayan colocado en un cajón.

Y ahora debo dejar de escribir la artrosis en mis dedos no me permite seguir.


1 comentario:

miriam dijo...

humor escatológico!! (sólo para valientes, jajajaja)