Cansada de frustraciones,
desengaños y mentiras, decidió salir a enfrentar la vida con gran
determinación.
Tomó lo que quedaba de sí como
si fuera una mochila y partió en busca de sus sueños de manera desafiante.
Con enorme placer los fue atesorando
cual estrellas mágicas, uno tras otro; día tras día construyó un mundo mágico, blanco y
brillante.
Cuando supo que era el tiempo,
peinó su cabello delicadamente, se colocó el vestido blanco que tanto amaba,
tomó cual caracola sobre su espalda todos sus sueños y con paso firme y
delicado emprendió la marcha.
Duy Huynh
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