Criar claveles
o murciélagos,
no es más que medir
la transparencia del tiempo.
…como cuando galopaste mi humo
azul de mujer
y soplaste
mis trenzas hacia
el norte…
Muy verde el anochecer
de vestidos sin
hadas
hasta que se
movieron
los números
y los hilos
¿Acaso
la piel de la noche
alcanzará a
zurcir la lluvia
en las azucenas?
Hierven lámparas oscuras;
miro las sombras de las dulceras
en las clavelinas.
Imágenes de Christian
Schloe
1 comentario:
Preciosos poemas
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