Una luz entró por la ventana, apareció otra y otra. Fueron multiplicándose, como así también se diferenciaban entre ellas por sus tamaños y variedad de colores.
Por un momento creí tener el firmamento dentro de mi habitación. A todas las veía en constante movimiento, menos una que se había posado sobre mi rostro y me atraía demasiado. Precisamente esa luz no me transmitía la suficiente calma que ofrece el arc iris después de diluviar. Ella quería llevarme. Sólo atiné a decirle que se marchara y que aún no estaba preparada para ese viaje desconocido. En vano fueron mis súplicas porque, ahí se quedó inmóvil y yo tratando de escapar de esa situación.
Luego comenzaron a entrar nubes de plumas que explotaban al rozarse. Llegaron a formar una muralla a mí alrededor. Ya no veía las luces.
Sentí mucho miedo y frío a la vez. Pensé en el frío de la muerte. Las plumas seposaron sobre mi cuerpo aún latente, como si quisieran darme abrigo.
La transmutación se hizo presente en todo mí ser, con largas y ágiles piernas corriendo sin rumbo alguno. Me habían crecido alas pero no podía volar.
Al instante por esa misma ventana entró una gran lombriz, no le di mucho tiempo para desplazarse, porque la devore.
Trataba de salir de ese lugar. Todo se entremezclaba, el temor y la risa al sentir ese extraño contacto que me producían tantas plumas en los brazos, en el cuello.
De pronto pude despertar y comprobar cómo la luz del alumbrado público traspasaba las hendijas de la cortina metálica.
Las plumas de mi almohada se habían esparcido por toda la cama.
1 comentario:
Deslumbrante! Qué serán las "plumas" para vos?
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